Paciencia, el tiempo que requiere obtener resultados en nuestra organización.  

Paciencia

En un mundo tan ajetreado acelerado y donde esperamos resultados para el día de ayer, la paciencia es esperar un par de días, ni hablar de unas semanas o, mucho menos, atrevernos a esperar meses por algo.

Siempre está sobre nuestras cabezas que todo debería cambiar aceleradamente, que la transformación digital debería estar lista para “esta gestión”, o en mi caso, la autogestión, debería implementarse cuanto antes.

Se nos va la vida en la urgencia, y es totalmente comprensible, las organizaciones son un sistema dinámico y muy frágil, un mes malo puede tomar mucho tiempo en compensarse. Una mala cobranza puede traer problemas casi inmediatos de pago a proveedores, y es que todo interactúa con todo y un mal resultado cae como una ficha de dominó.

Además, un líder tiene toda la presión por traer resultados fabulosos en el menor tiempo posible. Peor si la empresa cotiza en bolsa y un twit puede hacer que las acciones se desplomen. Todo es inmediato, todo es urgente.

Tanto que olvidamos la paciencia, que las cosas toman su tiempo y ni con esteroides e inyecciones de capital podemos acelerar todo. Es un proceso que tomará su tiempo, un bebé tardará 9 meses en nacer, no podemos hacer que 9 mujeres tengan su bebé en un mes.

Es un balance, una cosa es ser pacientes y esperar el tiempo necesario antes de cosechar aquello que sembramos, y otra es dejarse estar, usar como excusa la paciencia para no hacer nada o para justificar improductividad. No se trata de eso, de pedir paciencia y darnos cuenta que no hay nada que cosechar y que encararemos un invierno tan crudo como la verdad de no haber aprovechado nuestro tiempo.

Podemos sembrar, no todo lo que sembremos dará fruto, y todo tomará su tiempo. Podemos encontrar nuevas técnicas o tecnología para mejorar nuestra cosecha pero aún así tomará su tiempo. Es un proceso que requiere esfuerzo y constante involucramiento para asegurarnos que nuestra siembra está creciendo y cuenta con buenas probabilidades de dar buenos frutos. Toma su tiempo y ni a gritos, ni aunque el mercado presione con eliminar el precio de tus acciones, un fruto aparecerá más rápido. Requiere paciencia y comprensión de los tiempo involucrados en el todo. Sentimos que se nos va la vida esperando cosechar, pero no se vive del fruto, sino del proceso como tal.

¡Buena caza!

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