En los negocios, tener miedo no es una opción.  

Miedo

Empezar un proyecto empresarial que requerirá que ejerzamos nuestro rol de líder, ya sea abrir un emprendimiento o asumir el cargo de una empresa en marcha, tiene su grado de dificultad e incertidumbre. Y como bien sabemos, dificultad e incertidumbre, además de representar un reto, generan miedo en nosotros, ansiedad, temor de no saber lo que nos espera, sentimos la presión de hacerlo lo mejor posible.

Estar a cargo de un equipo, de una organización, es un reto emocionante, pero, nuestra mente, seguro empieza a darle vueltas a todos los posibles escenarios fatales que llevarían nuestro proceso al fracaso.

Nada ni nadie garantiza el éxito, pero la inacción o dejarse vencer por el miedo garantizan el fracaso. No se trata de pretender ser un ser sin emociones que niegue el miedo, que lo reprima, que lo guarde en un cajón del escritorio esperando que desaparezca, sino de afrontarlo, encararlo y avanzar.

La carga progresiva es aumentar un poco el nivel de dificultad a medida que avanzamos para que siempre sintamos el esfuerzo que abre paso a los resultados y al progreso. La carga no debe ser tan baja cosa de que nunca progresemos, ni tan alta que nos ponga en riesgo de quedar aplastados.

Con eso en mente recordemos que dentro de nosotros tenemos un reservorio de energía, de capacidad, y que nuestra mente tiene capacidad para afrontar retos nuevos, así está configurado nuestro cerebro, que últimamente nos hayamos alojado un poco más de lo necesario en el confort no significa que no tengamos todas las facultades para seguir aspirando a encontrar nuestra mejor versión.

Probablemente nos equivocaremos, pero pongamos nuestro empeño en que esos errores no sean fatales y que queden como aprendizajes. Que sean parte de nuestro camino y que el mismo culmine con haber alcanzado nuestro objetivo, seguir explorando de qué somos capaces y todo ese potencial dentro.

Un verdadero líder no impone su título o su rol, debe ganarse su puesto, debe abrirse paso por la maleza hasta estar en el terreno junto a su equipo y llevarlo donde se espera. Mucha responsabilidad, pero si estás leyendo esto, sé que estarás a la altura de lo que te espera delante.

En los negocios tener miedo no es una opción, es inevitable.

No dejemos que nos detenga.

¡Buena caza!

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