Estar a cargo de una organización exige tomar muchas decisiones, lidiar con la presión de mantener la organización a flote y de ser el máximo o la máxima responsable de la operación ante los stakeholders.

El problema es que nunca parecemos buscar conscientemente la sabiduría para tal fin, tenemos teléfonos inteligentes, electrodomésticos, autos y muchos más objetos inteligentes, pero nunca tratamos de hacernos más sabios.

Introducción

Saliendo del sistema educativo solo pensamos en generar ganancias, maximizar valor, generar más y gastar menos. Claro que son parte importante de la gestión de un negocio, pero ¿qué hay del otro lado? Rara vez reflexionamos sobre nuestra necesidad de expansión ilimitada, de aumentar el valor de las empresas a costa de acciones que sabemos incorrectas. De acumular fortunas que ni en 100 vidas podríamos gastar pero que, a su vez, pueden despilfarrarse en unos años.

Hay iniciativas por todo el mundo buscando minimizar el impacto medioambiental, generar impacto positivo en las comunidades donde operan las grandes empresas, pero aún no es nuestra forma de pensar central, no es algo integrado en la mayoría de los planes de negocio.

Estamos en un punto donde entramos a correr la gran carrera sin saber siquiera dónde vamos, y cuando llegamos a los 60 ya solo pensamos en comprarnos un auto más caro y cambiar a la pareja de 50 por dos de 25.

Caemos en la rutina y dejamos que la inercia de la vida nos arrastre con la corriente. Dejamos de preguntarnos qué es lo mejor para nuestro presente, y para nuestro futuro, y el de quienes nos preceden.

Aparentes contradicciones

No comprendemos la paradoja de vivir el presente, pero sin ser cortoplacistas. O de generar un mundo próspero, pero sin destruir la tierra que habitamos. Poco lo debatimos, y mucho menos actuamos. Dejamos de ser felices para ser un engranaje más en esta máquina que nos bombardea con anuncios creados por nosotros mismos para comprar más, ganar más y usarlo para comprar más.

Hoy exploro algo que requiere mucho equilibrio, liderar organizaciones que generen empleos, muevan la economía y cuenten con colaboradores entusiasmados, motivados y por qué no, felices, pero conscientes de las responsabilidades y de los recursos finitos de este mundo.

Es tan difícil escribir sobre la sabiduría. Pero nos esforzamos mucho por caminar por ese sendero y esperamos compartir lo que aprendamos en este viaje.

Te deseo lo mejor.

Buena caza guerreras y guerreros.

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