La parálisis por análisis, como su nombre indica, también conocida por algunos como “infoxicación” es cuando la cantidad de información recibida nos abruma y no tomamos decisiones. Cuando esperamos a recabar más y más información, demorando la toma de decisiones.
Queremos conocer al detalle lo que sucede para actuar, pero caemos en una trampa, pocas veces se puede conocer algo con una certeza absoluta, si es que acaso es posible.
Algunos lo tomamos como excusa para no decidir, prologando más y más la situación por temor a equivocarnos, pero olvidamos que muchas decisiones deben tomarse con la información disponible, y que la verdadera trampa es que la equivocación se da cuando no decidimos.
Un mal de muchos
Aunque no por ello consuelo de tontos. Que muchas empresas caigan en esta trampa no significa que debamos conformamos con lo mismo.
Quedarse paralizado por análisis es dejar que el tiempo pase. Es pretender que el problema no está ahí. O que se resolverá por sí solo, y eso, al menos que yo sepa, sucede en uno de cada 30 casos.
La inacción es el enemigo, no estar presente como líder o dejarse devorar por el miedo. Pese a la falta de información, pese a lo que fuere.
Paciencia no es parálisis por análisis
Hay casos que requieren paciencia, nuestra experiencia nos enseñará. Podremos identificar aquellos casos donde la paciencia será clave. Pero incluso esa es una decisión, ser paciente es una decisión consciente. Y ello involucrará sus propios riesgos y ventajas, como toda decisión.
Lo cual es muy diferente a dejarse llevar por la situación sin haber decidido conscientemente cómo actuar.
¿Es malo estar quieto?
La moda “hustler” de ahora manda el mensaje de que sí, de que no debemos parar, descansar y que debemos avanzar y trabajar lo más posible, la mayor cantidad de días posible para alcanzar nuestros objetivos.
Eso minimiza (incluso neutraliza) la importancia de tomarse un tiempo para contemplar, analizar y respirar.
No es malo detenerse para tener una perspectiva fresca de lo que está aconteciendo. El problema es quedarse paralizado, atrapado y que la “pausa” se transforme en la nueva rutina. Es decir, quedarse sin hacer nada y excusarse con que estamos contemplando el panorama.
Tomarse una pausa conscientemente no es malo a mi parecer. Es parte de un esfuerzo por tomar una buena decisión, pero con el fin de decidir, no de tener una excusa para no hacerlo.
¿Cómo superarla?
¡ACTUEMOS! Considerando que ya nos tomamos el tiempo y trabajo de recolectar y analizar información no queda más que actuar, dar el primer paso por más difícil que sea.
Eso no implica que dejaremos de aprender y seguramente tendremos que hacer correcciones durante el camino, pero muchas lecciones solo las obtendremos habiendo dado los primeros pasos.
Tengo una teoría de que el parálisis por análisis encierra un trasfondo más profundo en los líderes que la adolecen. Una falta de confianza interna que se trata de compensar con la busqueda infructuosa de una certeza lógica.
Sí, a veces hay que confiar en nuestros instintos, emociones y percepciones para dar el salto.
La Técnica Pomodoro
Consiste en ponerse un límite de tiempo para cumplir una determinada tarea. Podemos aplicarla aquí, ponernos un límite de tiempo y tomar una decisión. Cada quien encontrará su camino, pero esta es una técnica útil para salir de una parálisis. https://protecciondatos-lopd.com/empresas/tecnica-pomodoro/
¡Buena caza!