En el mundo organizacional también aplica la frase: menos, es más.
Al cerrar el año muchas personas se encuentran planificando el siguiente o haciendo una rápida revisión de lo que dejó el 2021 a nuestras organizaciones.
Muchos cambios, sin duda, operando en un mundo que todavía no termina de definir su nueva “normalidad”.
Caigo en cuenta de que la reflexión amerita incluir la frase de que menos, es más. Empezando por los procesos / proyectos que estamos manejando. Inclusive organizaciones para quienes tienen varias en su portafolio y desempeñan roles activos en las mismas.
Hice una lista con todos los proyectos y procesos en los que estoy directamente relacionado y veo que son bastantes. Motivo por el cual considero aún más importante aprovechar este momento para reorganizar las actividades del 2022 y decidir en qué enfocarse.
Lo mismo pasa con los objetivos, nos dejamos llevar por la época y nos sentimos titánicamente motivados, lo cual nos lleva a enlistar un sinfín de objetivos, que no está mal, pero creo importante dar un paso más y revisar una vez más esa lista para quedarnos con aquellos que sean estratégicos, que apalanquen nuestros resultados y que, aunque sean pocos, sean impactantes.
Necesitar menos aumenta nuestro rango de acción puesto que bajando el nivel del agua evitamos sentirnos al límite con obligaciones y “necesidades”. Lo mismo aplica a nuestras organizaciones. Sin duda, todos queremos vender más, pero no olvidemos su contraparte, gastar mejor (MEJOR, no necesariamente menos).
Aún resuena en mí la frase de que la disciplina es igual a la libertad (ver post de Tools of Titans) y la disciplina no solo es actuar sistemáticamente para lograr más, pienso que también puede aplicarse en necesitar menos, ello también requiere disciplina. También hay disciplina en hacer el esfuerzo por concentrarse y trabajar en aquellas cosas que maximizan el impacto que buscamos sin caer en las redes de querer hacer más.
Esto no significa caer en la improductividad. Hacer menos, también puede significar lograr más. Optimizar gastos, concentrarse en lo necesario descartando lo banal o lo irrelevante, limpian el tablero sobre el cual podremos seguir construyendo nuestra organización. Cuando hacemos el esfuerzo por limpiar nuestras agendas de aquello que se coló porque así lo permitimos, quedamos con tiempo libre para aplicar nuestro verdadero rol de líderes y no excusarnos de no hacerlo por no tener tiempo o cualquier otro asunto.
Menos, es más. Buena caza.