La historia de un proveedor doble cara. Y cómo opera.

Proveedores

La cadena de comida rápida “GOL OSO” coordina la fumigación general de sus 37 sucursales en el país con la frecuencia que la ley le exige, para ello contratan los servicios externos de empresas especializadas.

Como dicta su procedimiento buscan al menos 3 cotizaciones para realizar la fumigación y el control de plagas. Entonces así marchó todo durante un par de semanas. Recibieron propuestas, las evaluaron y quedaron con 3 opciones para la decisión final.

Este proceso estaba a cargo de Karina, la jefa de operaciones, y fue avanzando todo con normalidad hasta que uno de los 3 proveedores pre seleccionados empezó a operar como una víbora que se fue colando entre la organización.

Entra en escena Elizondo, su empresa contaba con toda la documentación al día y daba el servicio a otras industrias regularmente, en cuanto a papeles y operación todo bien. Lo que no se podía anticipar era cómo Elizondo se movía.

Si bien él había hecho llegar toda su documentación a Karina, e incluso se había reunido con ella, apenas terminado eso fue reptando hasta la gerencia general de la empresa. La secretaria ni se dio cuenta de cómo entró, pero ya estaba ahí en la oficina del gerente agradeciéndole por la oportunidad de ser parte de este proceso.

Y el gerente, caracterizado por ser complaciente con quienes le decían las cosas correctas, mandó un correcto a Karina INSTRUYENDO que se contrate a la empresa de Elizondo para el tema de fumigación y control de plagas.

Al principio Karina se sintió molesta, no furiosa pero sí la descolocó que gerencia emita una instrucción así sin haberle consultado nada, y sin haber visto siquiera el informe que ella estaba preparando para la presentación de opciones, ¡como dicta el procedimiento!

“Órdenes se cumplen, no se discuten”, era la frase del gerente, Karina no discutió y empezó la planificación con Elizondo.

Karina ya había creado ciertos anticuerpos hacia Elizondo por su forma de operar, pero fue profesional y mantuvo el proceso como era de esperarse de ella. El problema fue cuando cinco de las sucursales no había cumplido con los requisitos que Elizondo exigía para realizar la fumigación, algunos cuartos no estaban totalmente despejados y hubo problemas logísticos que impedían que él y su equipo realicen el trabajo.

Posterior a ello Elizondo, Karina y sus respectivos equipos se sentaron a compartir un snack, Elizondo le dijo a Karina que no se preocupe por esas 5 sucursales, que él sabía que estas cosas pasaban y que no tendría problema en reprogramar el trabajo ahí sin costo alguno, lo cual alivió a Karina quien siempre quería que todo se realice en tiempo y forma pero ahora que por pequeños detalles tenía que afrontar ese inconveniente.

Ya pasado eso, Karina conversa con todo su equipo sobre la fumigación y control de plagas de las 37 sucursales, más allá de aquellas 5 que presentaron problemas y se sorprende cuando le comentan que cuando el equipo de Karina estaba a solas con Elizondo él no los bajaba de inútiles y que a gritos ladraba órdenes para que se apresuren. Le pidieron que para próximas fumigaciones se contrate otro servicio mediante otra convocatoria o que se considere acudir a algún proveedor antiguo con el que ya se haya trabajado anteriormente, pero que ya no sea Elizondo. 

Pasaron dos semanas y Karina, con mucho pesar, llamó a Elizondo para reprogramar las 5 sucursales faltantes, y le sorprendió la respuesta, “no puedo, tengo otros compromisos y no puedo mantener el precio por estas 5 sucursales, si quieren que las hagamos tendrán que esperar y será una cotización nueva.

Y lo peor, tiene el cinismo de decirle a Karina que hablaría con gerencia para proponerle un contrato para ser proveedores exclusivos de este servicio por 5 años. Karina mantiene la cordura pero le reclama por el acuerdo verbal al que habían llegado aquel día y Elizondo ignorando por completo la alusión solo dice “no puedo, tengo otras actividades, si quieren el servicio esperen y paguen aparte”.

¿Cómo termina esta historia? Pues en muchas empresas con Elizondo con un contrato de 5 años e imponiendo sus condiciones abusivas y su forma de trabajar. Por suerte para nuestros amigos de GOL OSO, Karina recabó por escrito las quejas de maltrato de parte de su equipo y complementó el informe con su mala experiencia en la reprogramación de las 5 sucursales. Gerencia pese a su inclinación y su casi decisión de hacer un contrato con Elizondo por 5 años, ordena hacer una nueva convocatoria. ¿Está de más decir que Elizondo atacó con incesantes llamadas a gerencia durante 5 semanas y que hasta mandó varios mensajes beligerantes a Karina? No esperaríamos menos de semejante persona.

¿Es este el único caso de una persona que se porta de maravillas con la gerencia o los propietarios pero que con el resto del equipo es otra persona totalmente?

¡Buena caza!

Disclaimer: el contenido compartido en esta historia es ficticio y no retrata a ninguna persona o evento reales. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

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