Aplicando Autogestión. Otra cosa es con guitarra.

Autogestion

El papel aguanta todo, pero cuando se trata de autogestión, otra cosa es con guitarra. Es fácil ser crítico con la forma tradicional de hacer negocios desde afuera. Cualquiera sube un post diciendo: “deberían darles horarios flexibles”, “deberían ser transparentes con la información financiera”, etc.

Pero, cuando uno está al frente de una organización y toca aplicar todo lo que uno pregona es otra cosa. Porque, aunque uno esté totalmente convencido, se siente distinto cuando toca tomar la decisión hacia una organización autogestionada.

En mi experiencia, puede ser algo que hasta te quita el sueño, porque antes de hacerlo uno no puede evitar pensar en los peores escenarios y nuestra mente se encarga de hacerlos ver como algo terrible. Pero cuando llega el momento, y las palabras salen de tu boca, aunque se sigue sintiendo “ilógico”, en el fondo se reafirma esa convicción de que ese es el camino.

Alguien que ya recorrió este camino hacia la autogestión lo definió como un salto de fe, y realmente lo es, así se siente, saltar del avión con tus creencias como paracaídas y confiar en que te serán útiles llegado el momento.

Cuando ya lo dices no hay vuelta atrás, pero no solo es haberlo dicho, es haberlo escuchado. El equipo no lo creía, era algo así como “¿qué? ¿están confiando en nosotros?” Y se tardó en digerir.

¿Y qué dijimos? En nuestro caso con un equipo de 13 personas no fue mucho, fue: desde mañana ya no es necesario marcar, el registro de asistencia del mes reflejará las 8 horas.  

Y que los vendedores y distribuidores no tendrían que traer los sellos de sus visitas o cerrar el día enviando su ubicación de WhatsApp. Pero que sí seguiríamos controlando los números críticos, ventas, cobranzas, etc. que se requieren para cumplir con impuestos, y demás entidades.  

Todo alrededor de una premisa, confianza.

No fue nuestro primer paso, y no sé si sea un error, pero en nuestro caso partimos con compartir la información financiera de la empresa (transparencia). Compartimos las ventas mensuales de los últimos meses, las deudas y la estructura de gastos. La verdad se sintió muy técnico, y en los siguientes días trabajaremos en hacerlo más didáctico para que todos sepamos cómo se encuentra nuestra empresa. No es que un líder sabio y mágico vendrá a ponerle solución a todo con su varita mágica, sino que la empresa la hacemos todos, y por ello es importante que sepamos cómo marcha nuestra organización.

Siendo transparentes acerca de cómo estamos, se transmitió la confianza que tenemos. Todo en alrededor de 8 días. Aún cuesta procesar los sentimientos que despertaron al comunicar los cambios, se siente bien, pero es una mezcla de tranquilidad por ya haberlo hecho y de temor por pisar terrenos que no habíamos recorrido antes.

En los próximos posts seguiré compartiendo sobre nuestro viaje hacia la autogestión, pero me quedo con que desde afuera es muy fácil opinar y criticar, pero otra cosa es con guitarra, y mucho más cuando la que debes tocar es tu propia canción, la de nadie más.

 ¡Buena caza!

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