Le dedicas tiempo a escuchar a tu equipo ¿y ahora qué?

escuchar a tu equipo

Ok, le dedicas tiempo a escuchar a tu equipo ¿y ahora qué? Ya es una labor muy importante dedicar tiempo a escuchar y a comprender lo que pasa en tu organización en lo que al equipo concierne, entendiendo que hay muchas más responsabilidades sobre nuestras cabezas.

Pero esto no puede quedar ahí, ya se ha construido un puente entre el líder y sus colaboradores. También se han creado expectativas de acción, ahora el equipo espera el movimiento de la aguja, aunque sea mínimo.

Sería un desaliento que puede afectar la credibilidad del líder escuchar y no hacer nada. Reitero que haber escuchado ya generó un impacto, un efecto y construyó vínculos, pero quedarnos ahí sería insuficiente.

¿Qué encontraste?

El primer paso es contemplar y organizar los hallazgos, reveladores algunos, ratificadores otros, tenemos una buena dosis de información. Manejémosla con la responsabilidad que amerita porque las personas depositaron su confianza en sus respuestas.

No hay recetas, ordenemos los hallazgos de la forma que mejor nos resulte, listas, presentaciones, tablas, mapas mentales, lo que sea necesario para dar el siguiente paso.

¿Por dónde empezar?

Si has invertido tiempo en tu equipo notarás que hay mucho por hacer, se siente un poco abrumador, cada persona ofrece una respuesta tan diversa, que no podemos meter todo a la misma bolsa.

Pero encontraremos patrones y elementos en común por donde podemos empezar a actuar. Temas que se repiten entre personas, que ya son patrones durante el tiempo que dedicamos a las personas y que nos dan la pauta para actuar.

Recuerda lo que no oíste, este punto es algo más difícil, pero por todas las cosas que sí te dijeron las personas, hay otras tantas que no, tal vez con gestos corporales, o de otra forma, pero debemos rescatar esas sutiles señales para tener un panorama más completo.

Probablemente fallarás

No hay teoría al respecto que pueda asegurarnos el éxito, es un proceso muy personal de cada líder y muy propio de cada organización, es un descubrimiento antes que una receta. Y eventualmente cometeremos algún error, leeremos mal las respuestas que recibimos, con la mejor intención implementaremos algo que tal vez resulte en nada o que genere problemas, pero es parte del proceso y debemos afrontar esas dificultades, es la única forma de avanzar.

No debemos atascarnos con 100 acciones que consideramos “prioritarias” para la organización. Empecemos con unas 5 (o incluso menos), y arrancar con las que consideremos más impactantes, más relevantes de acuerdo a nuestros hallazgos y seguir avanzando. Luego atacar con otras 5, y así hasta cumplir nuestra responsabilidad, no solo de haber escuchado, sino de haber actuado.

¡Buena caza!

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