Hace unos años gasté como $20 en unas piedras y chucherías que me vendieron en un lago, un lugar turístico a las afueras de la ciudad.

Siempre ha habido promesas vacías de dinero fácil o millones sin esfuerzo. Hoy con el internet esta situación solo se ha amplificado. Literalmente estamos a un clic de distancia de una estafa que nos atrapa con la promesa de dinero rápido, fácil y en cantidades exorbitantes. Se pintan como empresas, como organizaciones que ofrecen una propuesta de valor, pero no son más que cascarones vacíos.

Gurús

Los hay por miles. Gente que vende una imagen falsa de haber logrado fortunas con poco esfuerzo y que para “compartir” su abundancia con el resto del mundo venden sus métodos y programas. Sin ningún contenido útil para los compradores en la mayoría de los casos.

Y como hay gente que muerde el anzuelo estas personas empiezan a ver cómo sus cuentas bancarias engordan por gente que invierte en estos programas con la esperanza de encontrar el santo grial, por que claro, si ellos pudieron, cualquier puede, ¿verdad?

Hay gente que realmente aporta valor a sus compradores, y esto no tiene nada que ver con los cursos online ni con los eventos presenciales porque los hay y muy buenos. Tiene que ver con gente que no vende más que una imagen falsa y se enriquece por ello sin aportar ningún valor.

Estas personas son bastante agresivas en marketing, los vemos “presumiendo” cómo lograron comprar un Lamborghini en 3 días o cómo facturan montos de 7 cifras cada mes, o hasta cada semana.

Un Círculo Vicioso

El objetivo es sacar hasta el último centavo posible a quienes están cegados por el brillo de lo que venden. Empiezan ofreciendo contenido gratis con más o menos valor para un mercado masivo, tratan de llegar a la mayor cantidad posible de personas para que, aunque solo caigan un número muy reducido de personas puedan financiar su operación.

Luego ofrecen un curso, digamos de unos $500, luego un programa que puede costar hasta $5,000 o hasta $15,000. No contentos con eso luego reparten ofertas de eventos gigantescos con código de vestimenta, master minds (reuniones pequeñas pero muy costosas), membresías, y muchas otras formas de exprimir el bolsillo de sus compradores.

Lo peor de este círculo destructivo es que se valen de muchos sesgos psicológicos para dar a entender a todos los participantes que cualquier puede hacerse millonario peor que si no lo logran es porque los participantes, o no pusieron suficiente esfuerzo, no lo quieren lo suficiente o porque hicieron algo mal. Lavándose las manos de los resultados supuestamente “garantizados” que se ofrecen.

Necesidades y Miedos

Estos mal llamados gurús se aprovechan de muchas inseguridades de su mercado objetivo. No es novedad que tratemos de buscar los caminos más cortos para lograr las cosas que queremos, pero debemos entender que hay caminos que no tienen atajos.

En el mundo de las finanzas un retorno alto a corto plazo está atado a un riesgo igual de elevado. Pero promesas de que invirtiendo $500 hoy, podrás cobrar $2,000 mañana, y de paso sin riesgo, deben ser una alerta roja.

Si tienes una buena cantidad de dinero y esos $5,000 no te afectan el impacto, aunque igual de malo, no te deja en una situación precaria. Pero hay muchos casos de gente que confiando ciegamente en los resultados de estos gurús se endeudan y utilizan todos sus ahorros para acceder a estos programas que ofrecen hacerse ricos de la noche a la mañana y prácticamente sin esfuerzo.

Por otro lado, se aprovechan de nuestros miedos porque nos bombardean con mensajes de que debemos empezar hoy, que es posible hacerse millonario a los 20 años, o que teniendo 40-50 son las últimas chances para enriquecerse y mucha más basura para persuadirnos de que si no empezamos estos programas hoy no tendremos el dinero que queremos.

Si hay quien vende es porque…

Hay quien compra.

Y justamente de eso se trata todo, de lo que nosotros queremos, tenemos tan grabado el mensaje de que la felicidad está detrás del dinero, que lo ansiamos con todas nuestras fuerzas. Y aunque el dinero sí puede ser un abono para fertilizar proyectos que tengamos, definitivamente no encierra la felicidad que hoy no encontramos o sentimos. Pero ese es tema de otro post, de hecho, escribí uno al respecto hace unos meses (https://perflex.es/si-claro-y-estoy-harto-de-fingir-que-no/).

Para evitar caer en estas trampas es muy importante aceptar nuestra realidad, que no hay atajos y aceptar que

El punto débil de sus ofertas

Hay algunas banderas rojas o alertas que debes identificar antes de preguntar por estos programas:

  • ¿Es demasiado bueno para ser verdad?
  • ¿Esta persona realmente hizo su fortuna aplicando lo que dice? ¿O la hizo solamente vendiendo su programa?
  • ¿Qué valor agregado realmente me ofrece este programa? ¿Es algo concreto, tangible y útil? ¿O solo son promesas vacías que no parecen contener ninguna enseñanza de valor detrás de ellas?
  • ¿Qué comentarios tuvo este programa de otras personas? Busca diligentemente opiniones de personas que haya tomado estos programas y evalúa desde dónde emiten su juicio de valor, si sus críticas tienen fundamento, y si son muchas opiniones haciendo alusión a una posible estafa.

Hay tanto por hablar sobre estos mal llamados gurús del dinero y la fortuna, pero espero que por ahora ya tengas la base para identificar las estafas y no caigas en ellas.

Te deseo lo mejor.

Buena caza, guerreras y guerreros.

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