Aprender a soltar es uno de los mayores desafíos de la vida, tanto en términos de las relaciones interpersonales como en la perspectiva personal. El proceso de soltar implica dejar ir lo que ya no nos sirve, lo que nos detiene o nos hace daño, para poder avanzar hacia una vida más plena y significativa. 

En primer lugar, deshacernos del desapego de algo que ya no es utilitario en nuestra vida, es el primer gran paso hacia la libertad. hacia la paz interior y la felicidad. 

Si aprendemos a soltar, nos liberamos de la ansiedad y la preocupación constante que nos impide disfrutar plenamente del presente.

Otro enfoque filosófico que nos ayuda a entender la necesidad de soltar es el existencialismo. Según esta corriente de pensamiento, la vida carece de sentido intrínseco y cada uno de nosotros debe crear su propio propósito. 

Sin embargo, a menudo nos aferramos a las cosas que creemos que nos dan significado, como el trabajo, la relación o el estatus social. Muchas veces nos creemos que somos «un diploma en la pared», la profesión que ejercemos, o adquirimos la identidad del círculo que nos rodea.

Todas estas cosas nos quitan identidad. Si vamos más profundo, ni siquiera tu propio nombre te da una identidad. ¿Lo pensaste alguna vez?

Nos aferramos automáticamente a todas estas cosas para tener una estabilidad y comodidad aparente. Pero cuando nos enfrentamos a desafíos grandes, nuestro mundo tiembla…

Podemos entender la necesidad de soltar, como la necesidad de liberarnos de las estructuras opresivas de la sociedad y las normas del sistema. Al soltar los prejuicios y las expectativas impuestas por otros, podemos encontrar nuestra propia voz y vivir auténticamente. En lugar de conformarnos con lo que se espera de nosotros, podemos crear nuestras propias normas y valores, y buscar la justicia y la igualdad para todos.

Aprender a soltar es un proceso fundamental para nuestra realización personal y espiritual. 

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DEJANDO LA ISLA

Muchas veces buscamos tener identidad en un montón de cosas. 

Buscamos definirnos con lo que hacemos, con quién hablamos, con quien compartimos momentos, buscamos identidad en nuestro trabajo, y hasta buscamos el significado de nuestro propio nombre. La realidad es que nada de eso nos define.

El afuera no te define. El afuera tiene prejuicios de quién eres, de lo que eres capaz, de lo que NO eres capaz, de cómo piensas, y de tu familia.

¿Y tú cómo te defines? ¿Cuál es tu propio prejuicio? ¿Qué opinas de ti mismo?

No debes vivir de acuerdo al afuera si no, saber quién realmente eres. 

Cuando vivimos de acuerdo a opiniones, estamos automatizando una vida que nunca quisimos.

Lo único que te define como mujer, como hombre, es tu PROPÓSITO. No hay otra cosa. Ni siquiera tu nombre. TU PROPÓSITO.

¿Para qué estás aquí en la tierra? ¿Cuál es la razón? ¿Es casualidad? ¿Por qué estás escuchando este video?

Cuando tienes un propósito definido en la tierra, tienes UNA IDENTIDAD definida.

Por eso es hora de que no mires nunca más hacia atrás, hacia esa isla en donde viviste en automático durante tantos años. Hoy estás empezando una transformación y estás trazando un nuevo camino.

Si quieres conocer tu verdadera identidad, tu verdadero propósito, es necesario que te liberes de tu pasado, de las cargas emocionales que te detienen allí, y estar más presentes en este momento. En el hoy. Estás a punto de dar un gran paso. Estás a punto de dejar lo que siempre te detuvo para empezar a creer.

Cuando dejas una isla que es mejor no recordar, no debes dejarla solo físicamente. Debes abandonarla física, mental y espiritualmente.

No la mires con nostalgia, no la mires con rencor. Simplemente suéltala, toma nota de lo aprendido, y ve en busca de tu VERDADERO PROPÓSITO.

EL VASO VACÍO.

Cuando aprendemos a soltar nuestro pasado, tenemos la sensación de que estamos flotando. De que reiniciamos nuestro espíritu y que somos capaces de todo. Ese es el «efecto vaso vacío», porque nos estamos dando una nueva oportunidad a nosotros mismos para comenzar una nueva vida desde cero.

Tener la capacidad de soltar significa ser lo suficientemente sabios y humildes, como para decirle a la VIDA QUE ESTAMOS LISTOS PARA NUEVAS AVENTURAS. Siempre se puede empezar de nuevo. Siempre se puede desaprender y aprender algo mágico. 

No seas demasiado duro contigo mismo. Date una oportunidad, vacía tu vaso y empieza la mejor parte de tu vida…

¿Te cuesta dejar lo aprendido atrás? ¿Te cuesta despegarte de las cosas? ¿Qué te define?

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¡Te leemos!

¡Hasta la próxima!

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