Ya hablé sobre la importancia de que los colaboradores conozcan la situación de la empresa en la que trabajan. De entrada, muchas personas son reacias a compartir la información. Porque es una forma de tener el poder, saber lo que nadie, etc. Eso ya lo sabemos.
Entonces, ¿qué pasa cuando alguien decide compartir la información? Alguien que recibe la iluminación y decide compartir con su equipo el estado de la empresa para que sepan acerca de la empresa en la que trabajan. No es suficiente.
La organización, o el líder, son responsables de que la información compartida sea comprendida. Si el equipo recibe la información y no sabe qué significa será lo mismo que nada, dará algo de luz, pero ni cerca a lo necesario.
¿Por qué invertir tiempo en que la información sea comprendida? Porque eso permitirá que la gente aterrice la información recibida, porque no solo leerán números, sino que comprenderán lo que significa. Y con la práctica comprenderán cómo funciona la organización, la importancia de llegar a las metas de ventas y la de no dejar que los gastos se disparen. Empezará un cambio de mentalidad, desde: “ellos sabrán lo que hacen” a “somos parte de la solución”.
No hay mucho más que decir al respecto. Pero no nos confundamos, el hecho de compartir la información ya es una gran muestra de valor, de coraje, de TRANSPARENCIA. Pero, ese acto de fe se verá fortalecido invirtiendo el tiempo para que el equipo comprenda lo que sucede.
Un salto de fe fortalecido con una inversión de tiempo que cambiará por completo la empresa. Ojo, no es un acto aislado, responde a una serie de actividades con la visión de ser transparentes, otorgar confianza y compartir el botín que logremos como equipo. Más adelante iremos hablando también de estos temas.
¡Buena caza!