Ser un líder genera mucha exposición por la naturaleza del cargo. Prácticamente se es la cara de la organización.

Por lo cual se expone a la persona a que mucha gente tóxica trate de acercarse para beneficiarse de alguna manera de esa posible relación.

Apariciones

Las personas que “aparecen” solo cuando adoptas un rol de liderazgo y especialmente si buscan tu “amistad” son de cuidado.

Este cargo nos permite conocer gente y amplifica nuestra interacción social. Por eso debemos ser capaces de reconocer que quienes vamos conociendo en el camino son genuinos en sus intenciones, que comparten un objetivo en común y que también valoran el esfuerzo que se hizo para llegar ahí y no solo que buscan acercarse para obtener algo a cambio.

Favores y favores

Otro indicador de alerta es cuando la gente empieza a solicitar favores para familiares o amigos relacionados a alguna vacante en tu organización. Los procesos de selección y contratación son vitales para evitar esto y todos deben entrar en igualdad de condiciones.

Pero cuando hay alguien que te pide que por favor “muñequees” el ingreso de algún primo o cuñado, debes prestar atención. Tal vez te rodean solamente para beneficiarse de esa manera de la relación contigo.

No entro en más detalles para no tocar muchos nervios al ser un tema sensible.

Aprecio vs lambisconería

Esta es una línea delgada, pero crítica. La diferencia entre aprecio genuino y lambisconería. Por un lado, gente que realmente valora lo que haces y te valora como persona; por otro, gente que te adula y te ensalza solo porque tienes el cargo que tienes.

Esto puede nublar la visión del líder. Se siente bien cuando te hacen creer que eres perfecto, pero cuando te pierdes en esto ya no hay forma de volver.

Y hay gente tan hábil en esto que realmente los líderes se lo creen y consideran a esta gente como muy valiosa. No tanto para la organización, sino para su ego.

No te creas, ni te dejes

Mucho de evitar esto, está relacionado con no perder la conexión a tierra y creernos una especie de deidades que por inspiración del mismo Zeus son capaces de hacer lo que hacen. Empezar a volar y dejarse llevar por halagos y miel en la oreja son un peligro. Especialmente porque mientras más arriba crees que estás, más fuerte es la caída. Como líder tienes una responsabilidad, un trabajo, y todo lo que se logra es gracias al esfuerzo del equipo.

Hay cosas más importantes para un líder que rodearse de gente tóxica. Es un riesgo que debes mitigar. No te dejes llevar por el canto de sirena, porque hay gente que solo tiene intención de destruir. Así que a trabajar.

Buena caza.