¿Por qué vale la pena liderar una organización transparente? Porque los colaboradores deben estar al tanto de lo que acontece en la empresa en la que trabajan. Esa explicación no suena convincente, especialmente en un mundo donde parece que lo mejor es que la gente sepa lo menos posible.
El temor es que si la gente “sabe mucho” usará esa información en contra de la organización de alguna forma.
Un amigo me decía que el problema no es mostrar la información y que lluevan reclamos de querer más remuneración o cosas así, el mayor problema es que a nadie le importe, y ese es un tema muy complicado porque ya de plano es que a la gente no le interesa lo que pase en esa organización, y probablemente ya se ven más fuera que dentro.
Secretismo = dolores de cabeza. Otro tema es que lo opuesto a la transparencia, ese secretismo, da lugar a muchos dolores de cabeza porque ya no sabemos quién sabe qué ni quién se hacer cargo de qué cosas.
Entonces ¿por qué deben saber qué acontece en la empresa donde trabajan? Por lo siguiente, a mi parecer:
- Es un proyecto conjunto que tenemos todos y si esperamos que haya un compromiso genuino, es vital que todos estemos al tanto de la situación de la organización y sus resultados.
- Esperamos que la gente tome buenas decisiones, pero no les damos la información suficiente para ello. Queremos que hagan bien las cosas, pero a ciegas.
- Todas las empresas hablan de “comunicación”, pero no estamos educados para comunicarnos, hay un abismo entre un Gerente y un colaborador de planta, si es que se conocen. Es un símbolo de confianza muy poderoso cuando la organización dice: ten, aquí la información de nuestra organización para que seas parte del proyecto, confiamos en ti.
- Lo que no se mide y analiza no se mejora. Y para ello, debemos ser parte de la medición, el análisis, pero, sobre todo, de la mejora como equipo. Que una sola persona que tiene a mano toda la información cree que así va a solucionar todos los problemas y sin ayuda mejorará la organización está en otro canal. El impacto solo se logrará con la participación del equipo.
- Rompe el paradigma de: “yo ya hice mi trabajo, si el resto no, ese no es mi problema”. Y ese es uno de los grandes causantes de que trabajemos como islas, de que cada quien proteja su silo. Como nadie tiene la información y el panorama completos, velan solo por aquello que conocen, y así es muy difícil fomentar el trabajo alineado hacia la consecución de metas organizacionales.
- La gente comprende mejor el impacto de sus decisiones dentro del “todo”. Dejamos de disparar a ciegas, y empezamos a comprender el efecto de lo que hacemos y la importancia del trabajo en equipo en lugar de convencernos de que nosotros solos somos el eje alrededor del cual gira la organización. Una visión holística se desarrolla, y por lo tanto, se toman mejores decisiones con mayor participación del equipo.
Hice unas entrevistas hace unos meses y 9 de 10 personas desconocen siquiera las ventas mensuales de su organización. Pero todos forman percepciones a raíz de lo que ven o lo que escuchan, rumores y chismes entran en juego para completar la figura mental de cómo está la organización.
Es cierto que compartir la información es raro al principio, hay como una pequeña pared invisible que cuesta atravesar, pero es un salto de fe, y el premio vale la pena.
¡Buena caza!