La política de repartición de dividendos es definir cómo actuará la organización al cierre de cada gestión en caso de haber sido rentable, de haber generado dividendos. Si reparte las ganancias o si las reinvierte en que la organización crezca.
La inercia de la start up
Muchos emprendimientos para fomentar su crecimiento reinvierten todo lo que generan. Es una práctica que permite crecer sin necesidad de endeudarse con un banco u otra entidad financiera, o al menos minmiza esa necesidad.
¿Qué ganan los fundadores? Normalmente tienen cargos específicos en la organización y reciben un salario. También capitalizan sus ganancias cuando venden su parte.
Pero, a medida que la organización crece se deben revisar esas políticas porque entran más accionistas y junto a los fundadores se tienen diferentes expectativas, mucho más si las organizaciones cotizan en bolsa y participan fondos de inversiones.
Extremos en la política de repartición de dividendos
Luego de pagar impuestos y cumplir lo requerido por la ley las organizaciones tienen dos posibles extremos de la política de repartición de dividendos:
- No repartir dividendos y reinvertir el 100% en la organización con la intención de fomentar el crecimiento o su expansión.
- Repartir el 100% de los dividendos y no reinvertir en la organización recompensando a sus accionistas.
¿Cuáles son los riesgos de no tenerlo claro?
Cuando no se tiene un prospecto claro de reinversión lo mejor es repartir los dividendos puesto que de no tener un destino claro para el dinero hay el gran riesgo de que éste se vaya diluyendo en las operaciones, o peor, que se diluya en gastos que no aumentan la eficiencia ni el crecimiento de la organización.
Hay que considerar el tamaño de la organización y su naturaleza en la estructura propietaria, por ejemplo, una organización privada (que no cotiza en bolsa) compuesta por accionistas de un grupo familiar, que tiene miembros de la familia que no trabajan en la organización pero que viven de los dividendos, no puede decidir a la ligera que no repartirá dividendos por los próximos 5 años porque estaría afectando significativamente las finanzas de algunos miembros de la familia / accionistas, forzándolos a vender su parte ocasionando que la estructura propietaria cambie.
¿Por qué importan los cambios de la estructura propietaria? Porque un cambio a nivel propietario repercute en toda la organización, es un cambio aparentemente menor, pero cuando se modifica la estructura propietaria y quienes entran tienen una mentalidad ligeramente diferente a la de sus predecesores es como una mariposa que bate las alas y genera un tornado al final de la organización impactando seriamente cómo interactúa la misma con los clientes, proveedores y otros actores. Puede ser positivo o negativo, pero definitivamente será diferente.
Ojo, la bolsa de valores y los grandes fondos de inversión les dan mucha importancia a estas políticas de repartición de dividendos. Prefieren (claramente) las organizaciones que no reparten dividendos y reinvierten todo para crecer, de esta manera aumentan el valor de su acción para cuando sea el momento de vender, muchas apuntan a la ganancia de capital.
¿Por qué actualizar nuestra política de repartición de dividendos?
Porque las organizaciones cambian mucho en el tiempo. Un año puede ser fantástico generando una rentabilidad de 25% y al año siguiente podemos lograr un 3%, o hasta tener pérdidas.
Exagero un poco para ilustrar el punto, pero nadie puede discutir la volatilidad de los mercados y cómo cambian, afectando nuestros resultados. Es el mundo de los negocios y debemos estar listos para adaptar nuestra política de repartición de dividendos para ajustarla a lo que se requiera, pero sin caer en el desorden.
No tener una política clara es una falta de respeto para los accionistas. Al principio los inversionistas son los mismos fundadores y además trabajadores de la organización. Pero con el tiempo estos roles se van separando y debemos tener las reglas claras para que todos sepan la postura de la empresa respecto a estas situaciones.
Resultados extraordinarios ameritan ajustes inmediatos. Organizaciones que tienen la política de repartir el 100% de dividendos durante los próximos 2 años, puede que hayan tenido un año diferente por el tema del covid, o cualquier otra externalidad, y ahora deban modificar excepcionalmente su postura para reaccionar a la coyuntura
Repartir el botín
Una práctica llamativa de las organizaciones autogestionadas es compartir parte del botín generado al final de cada gestión con el equipo que lo hizo posible. Así también cuando hay pérdidas, que todos sepamos que no hubo botín y que debemos hacerlo mejor esta nueva gestión. Acerca a los colaboradores a los resultados obtenidos y permite aterrizar mejor el impacto que tienen en este resultado.
Aunque parezca algo que todos conocen no es así, no todos asocian el desempeño de la operación con los resultados obtenidos porque la información financiera se maneja con gran secretismo.
Pero, ese es tema para otro post, de momento resalto la importancia de tener una buena política de repartición de dividendos y revisarlo cada 2 o 3 años para que esté alineada con nuestra visión y nuestra realidad.
¡Buena caza!