De vez en cuando estamos inmersos en nuestro mundo y cuando algo sale mal en nuestra organización nos parece el peor resultado posible al punto de olvidar u omitir todas las cosas buenas.

Hay equipos en las organizaciones que sienten que nadie los toma en cuenta cuando todo sale bien, y solo notan su presencia cuando las cosas salen mal.

No sé si es una cualidad que tenemos algunas personas de enfocarnos en lo negativo, al punto de que nos absorba y nos quedemos pensando en ello mucho más que en las cosas positivas.

Por otro lado, sin esa “cualidad” no encontraríamos posibilidades de mejorar. Porque al identificar problemas podemos plantear soluciones.

Pero cuando eso se transforma en la pérdida de la perspectiva, en algo obsesivo, o peor, si oscurece todo el panorama de nuestra organización al punto en el que dejamos de agradecer y reconocer las cosas buenas, debemos hacer algo al respecto.

Todo es perfectible, por supuesto, pero no por ello debemos creer que todo es malo, que nadie hace bien las cosas y sentirnos agobiados por las cosas negativas a nuestro alrededor.

Siempre habrá cosas positivas y negativas en nuestra organización, lidiar con ello es un gaje del oficio para el líder, pero algo que nos ayudará a sobrellevar todo esto es la actitud con la que veamos el panorama general.

La perspectiva importa, y depende de nosotros elegir el color del cristal a través del cual veremos muchas cosas y con qué actitud las enfrentaremos.

Gracias.

Buena caza.

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