¿Qué tan pacientes debemos ser con los errores en la organización? Un colaborador puede cometer errores menores como copiar mal una fórmula en la presentación y mostrar un dato incorrecto o pueden ser mayores generando un daño económico a la empresa o malestar con algún cliente.
Los errores se deben gestionar. Un líder debe tener claro el límite que está dispuesto a tolerar. ¿Debería ser un límite de tolerancia cero? No, porque la innovación y la creación requieren un espacio de experimentación donde se cometerán errores, por lo que, si somos intolerantes con los errores, la organización estará asfixiada.
Recordemos que nosotros tampoco estamos exentos de errores. Cuando manejamos una política de cero tolerancias a errores siento que hay algo de hipocresía porque todos estamos susceptibles a cometer un error y si nos pintamos como perfectos, como inmaculados y divinos perdemos un nexo con nuestro equipo, el de reconocer que podemos fallar, pero hacer todo lo posible para evitarlo.
LA CLAVE: LA INTENCIÓN DETRÁS DEL ERROR.
Este es el punto crítico, si una persona pone su mejor esfuerzo y comete un error, pero en aras de la mejora, con la intención de crecer y permitir que la organización evolucione, merece una oportunidad de explicarse, de aprender del error sin perder la confianza. Como líderes debemos confiar que esta persona aprenderá de su error, pero nos quedamos con que su intención es la de crecer junto a la organización.
Por otro lado, si alguien comete un error a raíz de la flojera, de hacer las cosas con mala voluntad, o finalmente, teniendo una intención tóxica con tu organización, no creo que haya espacio para mayores explicaciones. Esa persona no es buena para ti y el equipo. Ante cualquier decisión que se tome al respecto, el resto del equipo merece una explicación para que no se corten alas al momento de experimentar y proponer nuevas cosas. Sin entrar en detalles, es bueno que sepan que la organización apoya la experimentación e innovación, pero que este caso aislado tenía ese tinte nocivo para la empresa.
Si el equipo o la persona que cometió un error tiene buenas intenciones detrás de su acto considero que debes ser más paciente. Si quien comete el error lo hizo con mala intención, la mecha debe ser más corta, porque ahí no habrá evolución, solo peligro.
Las buenas intenciones también duelen si salen mal
No olvidemos que un error, con buena o mala intención, lastima, por ello debemos tener un buen programa de Gestión de Riesgos para que estas posibilidades estén, de alguna manera, mitigadas.
Está bien que se fomente la experimentación activa, pero deben considerarse los peores escenarios para que la organización esté preparada. ¿Cuánta paciencia debemos tener ante los errores? Pues como siempre, depende.
Un post corto, pero muy poderoso.
Buena caza.