Hay un sinfín de posibilidades de inversión, hoy hablaremos de las 2 mejores inversiones que debes considerar en todo momento.
Al invertir debemos considerar nuestro perfil. Ya lo mencioné en un post anterior, comprender nuestra situación para calcular qué riesgo estamos dispuestos a correr, riesgo con el que nos sintamos cómodos ya que la inversión no tiene que ser un proceso que nos haga sufrir o nos ponga en aprietos.
Habiendo dicho eso, hace alrededor de 5 años leí un estudio que mostraba el desempeño de las inversiones a lo largo de varias décadas con una clara ganadora.
Invertir en tu Organización (Emprender)
Una organización o empresa es una de las mejores opciones de inversión. Emprender es el camino por el cual es posible obtener los mejores retornos, y hasta crecen exponencialmente. No es para todos, la tasa de mortalidad de las empresas es muy alta especialmente durante los primeros 3-5 años de vida. Pero cuando lo logras, superas una barrera que abre muchas posibilidades.
No solo obtienes un buen retorno, sino que tienes a disposición un activo muy particular, porque emprender es un remolino de emociones, tiene dificultades, pero también permite vivir muchas experiencias memorables y en el camino se van haciendo amistades entrañables.
Las organizaciones tienen la posibilidad de escalar y expandirse a nuevos territorios, a diferencia de otras inversiones atractivas como los bienes inmuebles que son estáticos y requieren una alta inversión para empezar.
Hay inversiones que ofrecen retornos de un 5% (o más) pero para poder vivir de ellas hay que invertir un monto significativo. Pero en una empresa puedes obtener lo suficiente para generar retornos y vivir de tu proyecto (porque si es tu emprendimiento se espera que participes activamente de su crecimiento).
No seamos angurrientos con el tema del dinero y la acumulación. Entre las opciones de inversión más atractivas, emprender está en el número uno. Es para mí, la opción más difícil y retadora, pero es posible y abre las puertas a la libertad financiera y a un montón de aventuras que otras inversiones no traen consigo.
Si eliges esta opción recuerda comprender lo que conlleva, medir siempre los riesgos y estar preparado para avanzar. Porque la opción más difícil exige de nosotros nuestro mejor intento, y aún así no hay ninguna garantía de éxito. Pero valdrá la pena.
Tú mism@
Esta opción no se encontraba en el estudio que mencioné al principio, pero jamás debe dejarse de lado. Es la opción de invertir en nosotros mismos, en ser nuestra mejor versión en constante evolución.
Para las organizaciones no solo trata de invertir en el líder sino también en el equipo. Hacerlo siempre tendrá sus frutos. Debemos actuar y perfeccionar nuestra profesión o arte. Invertir en las personas. Porque, aunque no es posible hacerlo todo solo, debemos estar a la altura de las circunstancias y mejorar continuamente en aquello a lo que nos dediquemos.
Lo de nunca dejar de ser un aprendiz tiene mucha validez, aprender constantemente nos muestra la inmensidad del mundo en el que vivimos y todo lo que podemos explorar.
Invertir en nuevas habilidades será siempre una buena inversión. Si bien el sistema de educación es obsoleto y nos forma para ser seguidores en lugar de líderes, debemos hallar la forma de mejorar a través de la práctica, del hacer.
Invertir en nosotros también es tenernos paciencia, aceptar nuestras fallas y falencias, volverlas una fortaleza, un distintivo. Va mucho más allá de lo económico. Tal vez por eso no se incluyó en el estudio de las inversiones más rentables, es imposible cuantificar el beneficio que tiene invertir tiempo, dinero y afecto en uno mismo.
Ya lo decían muchos pensadores, una persona encuentra la realización cuando ha culminado su obra. Para ello debe avanzar un camino que requiere lo mejor de cada uno.
Buena caza.