Lecciones de creatividad de Keith Richards, Keith es el guitarrista principal de The Rolling Stones, además de contar con algunos proyectos propios como X-Pensive Winos y Wingless Angels.
Hace poco terminé su libro Life, donde narra su vida y cuenta sus aventuras (y desventuras) como músico y artista.
Estuvo sumido en el proceso creativo prácticamente toda su vida. Extraigo algunas lecciones para mejorar el proceso creativo (obviando, claro está, el tema de las fiestas, sustancias “controladas”, romances, etc).
Dedícate (casi por completo)
En su juventud, ya con el interés por la guitarra y la música, Keith se muda junto a otros músicos, algunos de los cuales serían miembros de The Rolling Stones.
Estando ahí se dedicó por completo a entender su instrumento, la música que amaba (Blues). Día y noche, según narra en su libro, escuchaba música de sus ídolos y junto a sus compañeros las desmenuzaban, las despedazaban hasta comprender cada parte, y entender cómo se componían esas canciones.
Hay canciones que le tomó años poder entender porque algunas tienen sus secretos y en ello encontró mucho valor.
Aquello no solo le permitió apreciar su música de otra manera, sino también le dio un gran impulso como guitarrista.
Si realmente amas el rubro donde aplicarás tu creatividad, ¿no crees que vale la pena dedicarte a comprenderlo?
Experimentar es un proceso.
- Escribir canciones: Su entonces manager encerró a Mick Jagger y Keith Richards en una cocina y les dijo que no saldrían de ahí sin una canción propia. ¿Por qué? Porque hasta entonces solo estaban adaptando canciones antiguas, haciendo covers y su manager entendió que era el momento de tener creaciones propias. Ambos, sin experiencia, empezaron. SIMPLEMENTE EMPEZARON, y aunque las primeras canciones no eran las mejores, con la práctica ganaron confianza hasta que decidieron usar sus creaciones para sus álbumes (hasta entonces lo que escribían lo grababan otros artistas).
Llega un punto en el que siente que ya no escribe las canciones, sino que las canciones aparecen a través de él.
- Explorar nuevos rumbos: Keith parece nunca haber perdido la curiosidad por su guitarra y la música en general. A lo largo del libro narra cómo experimentó con nuevos acordes, equipos, amplificadores, estudios, formas de grabación, exploró otra música, conoció gente de otros géneros que le apasionaba y con quienes pudo crear muchas cosas nuevas.
Esto no significa que un día estaba con la guitarra y al otro con el bajo (aunque sí grabó algunas pistas con bajo, tocó piano y hasta se animó a cantar en sus discos con los X-Pensive Winos), pero está claro que su núcleo se encontraba en la guitarra y el Blues.
Alrededor de ello exploró mucho y eso le permitió evolucionar como artista. Tiene sus límites (música que según él no escuchará) pero dentro de los mismos encontró mucha inspiración y espacio para crecer.
Ten una meta clara y aprecia los pequeños avances
Keith es muy claro, su meta era ser parte de la mejor banda de Blues de Londres. Y en un pequeño cuaderno anotaba todo lo que sucedía, incluyendo los pagos que recibían, por más pequeños que sean. Consideraba todo ello como pequeños pasos para lograr su meta.
Cuenta lo difícil que era, llegaban a hacer hasta 4 shows por día en diferentes clubs de Londres antes de ser reconocidos. Pero era parte del proceso, lo disfrutaba, sabía que esos pequeños avances lo acercaban a su meta, eventualmente la fama llegó repentinamente, excediendo sus expectativas, pero todo empezó con una meta sencilla y pequeños pasos para lograrla.
Atento a registrar la inspiración
“Satisfaction” llegó mientras Richards dormía, su grabadora estaba encendida, Ahí grabó el riff prácticamente durmiendo, despertó al día siguiente y lo escuchó, nada más, pocos minutos, seguidos de horas de él roncando. Pero ahí estaba la base de la que sería la canción que los catapultaría.
Nunca se sabe cuándo llegará inspiración útil, debemos estar atentos para registrarla. Recuerda que esta canción llegó muchos años después de que Keith empezara su carrera musical, de lo cual también rescato que, como dicen, la inspiración se encuentra con el trabajo.
Nunca pierdas el toque “romántico”
No olvidaré la forma en la que se expresa de la música. El libro comparte cómo fue fundamental para Keith que su abuelo Gus le haya ido enseñando las bases de la guitarra acústica. Algo que Keith recuerda con mucho afecto.
Más adelante Keith, habla de tener la teoría suficiente para leer y escribir música, que, dice, no es lo más importante. El resultado es lo que cuenta, lo que haces sentir a la gente.
Y más adelante, habla de cómo una canción resuena en el instrumento, y como músico uno busca que esa creación resuene no solo en el instrumento, sino en la gente, en los queridos fanáticos que reciben esa creación y permiten que resuene en ellos, convirtiéndose en una extensión del instrumento. Compartiendo esa creación para que llegue a aún más personas.
Una visión muy apasionada de su arte, no tan técnica ni teórica.
Sigue, aunque las instituciones te fallen…
Keith estaba en el coro de su escuela, incluso llegaron a cantar para la reina, pero luego, cuando le cambió la voz, todo quedó ahí, y, por si fuera poco, hicieron que pierda todo el año escolar.
Fue un golpe muy duro no solo por el tiempo perdido, sino por la decepción que sintieron luego de que la “institución” les hubiese fallado.
Eso pudo haber sido el fin para su carrera artística, pero, rescato que lo haya superado (aunque sí generó una etapa muy rebelde). Se mantuvo fiel a su camino y pese a la decepción que recibió, supo que su amor por la música era mayor.
Marketing y Diseño
Luego de su salida del colegio, Keith pasó por un instituto superior de Letras y Artes, donde profundizó sus conocimientos artísticos. Aprendió diseño y de rebote varios conceptos de marketing porque ese instituto tenía en mente que sus alumnos salgan a trabajar en marketing y publicidad para empresas grandes de ese entonces.
Aunque Keith reconoció aquello, también menciona cómo esos conocimientos de Marketing le ayudaron a entender las intenciones que sus managers tendrían más adelante para promocionar a The Rolling Stones.
Una vida dedicada a tu obra
Keith no piensa retirarse, aunque reconoce que ya están mayores (e incluso hace poco partió Charlie Watts). El tema no es el dinero, dice, aunque sí le gusta recibirlo (¿a quién no?). No contempla una vida “jubilado”, sin música, quiere hacerlo hasta el último día de su vida.
Confía en ti
No es como que Keith sabía que su banda se transformaría en lo que The Rolling Stones es ahora. Pero sí es posible sentir mucha confianza durante el libro. Una confianza de que, aunque las cosas se pongan difíciles, al final todo estará bien.
Confianza en su proceso creativo, en sus obras. En sus compañeros de banda (aunque con algunos momentos turbulentos). En sus habilidades como guitarrista, no porque se crea superior al resto, sino a que cuando la situación lo exija, él estará a la altura de las circunstancias.
Es difícil describir esto, pero a lo largo del libro se siente esa estela de confianza durante su proceso creativo, durante su carrera musical.
Hay tantas lecciones creativas que podemos extraer de este libro, muchas vivencias que ilustran lo que es dedicarse a crear, a mejorar, a romper barreras y a luchar contra muchas murallas (externas e internas). Pero, este post sienta la base para que todos los creativos que la lean se pongan manos a la obra y sigan avanzando. La creatividad tiene el poder de cambiar el mundo.
Buena caza.