Hoy, queremos abordar un tema que ha estado presente en nuestra sociedad por mucho tiempo, por no decir desde siempre. El concepto de inteligencia y cómo los números y las categorías pueden dividirnos como seres humanos. Pero ¿Qué es lo que nos separa? ¿La inteligencia? ¿Los números? ¿Nosotros mismos? ¿Nuestros prejuicios, la envidia?
Desde el sistema escolar que tanto alabamos, se nos ha enseñado que algunos son «inteligentes» y otros «no lo son». Por supuesto que un sistema escolar no se hará cargo de esto, pero históricamente han colocados “números que miden cuán inteligente es un niño y cuanto rinde mentalmente”
¿Es correcto hacerle esto a un niño de seis años?
¿Todos los niños de seis años viven en contextos iguales y tienen las mismas posibilidades?
“El hombre es un creador de prejuicios profesional”
Acompáñanos en esta reflexión sobre cómo los números y las etiquetas pueden afectar nuestras percepciones, oportunidades y el desarrollo de la vida misma.
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Es común que las personas asocien la inteligencia con puntajes de coeficiente intelectual (CI) o rendimiento académico. Los que obtienen altos CI o excelentes calificaciones son considerados «inteligentes», mientras que aquellos con puntajes más bajos pueden ser mal interpretados o etiquetados como «no tan inteligentes».
El CI es una de las categorizaciones humanas más polémicas que existen. ¿O solo lo vemos nosotros?
Que las personas asocian la inteligencia a un número por encima del promedio o por debajo, es totalmente normal. Por qué es lo que el sistema nos inculcó desde pequeños.
“Tu medida de inteligencia es esta” “Estás por debajo de la media, no puedes entrar a esta escuela” “Estás muy por encima de la media, eres superdotado”
Como si fuera que la inteligencia con lo complejo que es el cerebro humano, se basa solamente en hacer bien un problema de matemáticas.
Esta categorización puede conducir a una separación sutil pero significativa en nuestra sociedad, y nos preguntamos: ¿es justo categorizar a las personas en función de una única medida de inteligencia que se inventó en 1905?
La realidad es que la inteligencia es un concepto mucho más amplio y complejo de lo que sugieren simples números o calificaciones escolares. Cada individuo tiene una combinación única de habilidades, talentos y perspectivas que no pueden reducirse a un solo número o etiqueta. Además, la inteligencia abarca áreas más allá de las matemáticas o las ciencias; incluye la creatividad, la resolución de problemas cotidianos, las habilidades sociales y emocionales, entre muchas otras dimensiones.
Podemos hablar de inteligencia musical, inteligencia deportiva, inteligencia en la gestión de recursos humanos, existe la inteligencia en la resolución de problemas bajo presión, donde hay milésimas de segundos para decidir, inteligencia emocional, inteligencia lingüística que es la “habilidad para hablar o escribir” , inteligencia espacial, intrapersonal, inteligencia naturalista, inteligencia existencial. Esta última relacionada a la rama de la filosofía que profundiza sobre el “propósito de la vida”
Y ahora ha llegado a nosotros, la inteligencia artificial. Que de igual modo, ha sido creada por el cerebro humano.
Es crucial comprender que factores como el acceso a la educación, las oportunidades y el apoyo emocional también influyen en cómo se desarrolla y se manifiesta la inteligencia en cada persona.
Algunos pueden haber tenido más oportunidades para nutrir sus habilidades y talentos, mientras que otros pueden haber enfrentado obstáculos que dificultan su desarrollo intelectual.
La inteligencia no debería ser vista como una competencia en la que solo algunos sobresalen, sino como una riqueza diversa que todos poseemos de diferentes maneras.
Antes de juzgar a alguien por su coeficiente intelectual o sus logros académicos, reflexiona sobre las siguientes preguntas: ¿Qué significa realmente ser inteligente? ¿Cómo podemos valorar y celebrar la diversidad de inteligencias que existen en el mundo? ¿Qué podemos hacer para brindar igualdad de oportunidades y apoyo a todas las personas, más allá de sus habilidades?
Recuerda que no somos paquetes en una góndola, listos para ser categorizados y etiquetados. Somos seres humanos únicos, con capacidades y talentos distintos, y merecemos ser valorados por mucho más que un número en una prueba o una calificación escolar. En lugar de separarnos, abracemos la diversidad de inteligencias y trabajemos juntos para construir una sociedad más inclusiva, más justa y bondadosa.
¿Y tú, qué opinas sobre la inteligencia y el coeficiente intelectual?
¡Hasta el próximo video líderes!