Salario, un tema delicado en todas las organizaciones, uno de los secretos peor guardados, pero, al mismo tiempo, el tema que la mayoría evade, especialmente cuando hay que pagar más.
Aunque no queramos discutirlo, es necesario, tiene muchos matices, está de moda el “salario emocional”, haciendo alusión a que no solo importa el dinero sino también las condiciones que permiten a los colaboradores trabajar en bienestar. También tenemos programas innovadores de profit sharing que no son el típico bono por resultado sino una participación activa en compartir el botín generado por la organización.
Solo el tema salarial monetario es un tema complejo sin duda, intervienen también lo que uno espera en relación a lo que otorga, lo que el mercado laboral ofrece y exige por esa labor, el medio en el que uno vive, y lo que las empresas están en posibilidad de pagar.
Ok, esos son algunos de los elementos que componen la retribución que recibe un colaborador al trabajar en una organización. Pero el punto de este blog es: ¿si una persona no está rindiendo como el equipo requiere, debemos considerar incrementar la remuneración para que rinda lo que debe?
Puede parecer extraño, pero hace dos semanas fue lo que escuché, era la opinión de un líder acerca de un directivo que no estaba cumpliendo sus responsabilidades, y la premisa fue que, si no está haciendo lo que debe, se podría considerar incrementar su remuneración para que haga lo que debe y más.
No comparto ese criterio. Por un lado, porque no es justo para quienes sí cumplen lo que el equipo requiere, y por otro, porque no hay recursos ilimitados. El esfuerzo de todos es lo que permite que las organizaciones cubran sus obligaciones con todos.
El mensaje que lanzamos si hacemos eso es muy peligroso, el mensaje es: “como alguien no cumple con lo que se requiere, recibirá un incremento para ver si ahora sí”, y como dije, todos quienes sí hacen su mejor esfuerzo por hacer que la organización crezca, quedan desairados, porque es del resultado que ellos generan de donde salen estos incrementos.
Puede ser que haya excepciones de cargos cuya remuneración no esté acorde al esfuerzo y que deba revisarse, pero no puede utilizarse esa lógica para con quienes no cumplen lo que la organización exige.
No solo por el tema de los recursos limitados de la organización, sino también por el mensaje que lanzamos, si alguien no está rindiendo como se espera lo primero es averiguar las causas, qué hace que esto suceda, aumentar remuneraciones es la salida fácil y probablemente ineficaz. Puede que haya otros factores, temas personales, frustración, etc. No solo es un despilfarro que tapa el problema temporalmente, pero definitivamente no lo soluciona.
¡Buena caza!