Uno de los 3 pilares de las finanzas corporativas es el financiamiento. Obtener suficientes recursos para operar y eventualmente estabilizarnos como organización. Pero, ¿está lista tu organización para recibir financiamiento?
No encontré mucho contenido disponible sobre si una organización está lista para acceder a financiamiento. Suena contradictorio, la tendencia actual es aprender a dar un buen “deck pitch” y cómo armar un modelo de negocios convincente para obtener financiamiento suficiente para crecer, lograr la estabilidad y al mismo tiempo levantar suficientes barreras de entrada para blindar nuestra organización de posibles competidores.
Como todo el mundo vende cursos para prepararnos para dar un buen pitch y demás, pocas personas nos hacemos la pregunta de si realmente nuestra organización está lista para recibir financiamiento, o peor aún, si realmente lo necesita.
¿A qué me refiero con esto? Hace unos 4 años en el mundo pre-covid, organicé una ronda de capital semilla donde recibimos alrededor de 80 start ups que buscaban capital semilla de alrededor de $10,000. Al recibir los documentos y escuchar las presentaciones vi cómo muchas ideas geniales no tenían un sustento financiero.
Es decir, proyectaban llegar a ventas de $500,000 en 5 años, pero sus costos fijos se mantenían estables. Mostrando una valoración exagerada de la organización al descontar su flujo de caja. U otras muy buenas ideas que omitían por completo los aspectos legales de llevar a cabo su modelo de negocio. Ambos casos perdieron la posibilidad de acceder al capital por esas inconsistencias pese a ser ideas con mucho potencial.
Los fundamentos del mundo del financiamiento
- Entorno cercano, familia y amigos: Cuando recibimos dinero de algún familiar o amigo que cree en nuestra organización y nos presta dinero, usualmente las condiciones son muy favorables, incluso al punto de no tener intereses. El riesgo aquí es perder ese dinero, por lo cual se debe ser muy claro de que esa es una posibilidad. De todas maneras, es la mejor manera de financiarse, la limitación es el capital disponible porque usualmente se pueden reunir unos $30,000 hasta $50,000 pero más allá de ello ya es improbable. La mejor condición es recibir este dinero como un préstamo sin intereses, si es una posibilidad, aceptala y siempre pon TODO EN PAPEL para evitar cualquier confusión a futuro.
- Bancos o entidades financieras tradicionales: PRÉSTAMOS, obtener dinero a cambio de un interés. Para mí, la peor manera de financiarse por las condiciones casi abusivas de muchas entidades. Como ya dije en algún momento, prestarse dinero del banco implica pagar no solo el monto prestado sino casi el mismo monto en intereses. Y pensamos que el banco se está “arriesgando” a prestarnos dinero, pero no es tan así, porque hay una frase que me enseñó mi abuelo, que trabajó años en la banca y es que: EL BANCO NUNCA PIERDE. Y es cierto, se aseguran de que cualquier colateral sea lo menos perjudicial posible para ellos. Tiene sentido porque obviamente no pueden rifar el dinero, pero esto hace que el dinero sea “caro” y pone una mochila pesada sobre la espalda de la organización.
- Inversionistas: Las matemáticas de la inversión también son interesantes porque invertir en empresas en etapa temprana representa un mayor riesgo (por lo cual puede representar también un mayor retorno) pero funciona de la siguiente manera: un inversionista coloca montos relativamente pequeños en varios proyectos, sabiendo que un 80-90% fracasará y esperando que el 10-20% restante sea suficientemente bueno como para compensar no solo las pérdidas, sino también generar ganancia. Y aunque parece que hay mejor posibilidad de acceder al financiamiento, los inversionistas tienen mucha presión de lograr que los “éxitos” compensen y superen los “fracasos”, por lo cual hay mucha mayor exigencia al momento de evaluar proyectos. Finalmente un banco revisa la capacidad de pago y garantías del préstamo pero un inversionista no cuenta con esos mecanismos para mitigar el riesgo. No olvidemos que en este momento todos están por ahí buscando unicornios, lo que perjudica de alguna manera el acceso a este tipo de financiamiento a organizaciones más tradicionales. Y en este caso, si bien no cargas con la mochila de los intereses, estás cediendo propiedad, lo cual puede ser riesgoso si no lo manejamos de la mejor manera posible. Pero, también recordemos que es mejor ser propietario del 60% de algo grande que del 100% de nada.
Accedes a financiamiento, y ahora qué
Otra cosa que aprendí en esa ronda de inversión fue la poca claridad que tenían algunos emprendedores al momento de explicar en qué utilizarían el dinero.
Algunos sí explican que es para su “runway” de X meses o para adquirir/construir un activo, pero muchos otros, aparentemente, solo tienen el objetivo de tener el dinero; ya en sus manos no sabrían en qué usarlo y lo más importante, no tienen claro cómo esos recursos impulsarán los resultados de su organización.
Lo peor que puede pasar es que nos embarquemos en todo este viaje de financiamiento y luego de hacer un análisis notemos que no necesitamos el dinero. Y aunque parezca inverosímil, es algo que sucede, muchas organizaciones (de todo tamaño) buscan financiamiento para operar o para invertir, pero luego de un análisis mucho más profundo identifican que no lo necesitan y que podrían financiero con capital propio o con otros mecanismos.
¡Buena caza!