Actualmente se pone de moda el liderazgo “sin jefes”, equipos auto gestionados, nuevos estilos de gestión, pero qué no implica la ausencia de un líder que deba guiar y nutrir al equipo.
En este tipo de equipos ¿qué nivel de involucramiento debe tener un líder? ¿alguien que tenga la intención de gestionar un equipo a “control remoto” puede hacerlo?
Confianza
El pilar fundamental del trabajo en equipo, sin ella nada es posible. No significa dejar de controlar los resultados clave del proceso, pero sí significa que el equipo está compuesto por gente adulta y que con suficiente apoyo, empoderamiento y autonomía podrá tomar las mejores decisiones en beneficios de la empresa.
Cuando no hay confianza empiezan las susceptibilidades que derivan en micro management, desconfiando de todos, participando en todos los procesos de autorización y toma de decisiones. No solo aumenta la burocracia, sino que mandas la señal de que los miembros de tu equipo son incapaces de progresar sin tu presencia.
Participación nula no es liderazgo
Esto no significa “abandonar” al equipo a su suerte bajo la bandera de la “confianza” y pretender liderarlo a control remoto con el menor involucramiento posible.
Si haces eso se crea un vacío de poder que será llenado por cualquier persona de manera informal.
Si tu intención es removerte del equipo realiza un proceso participativo para cubrir el rol de liderazgo que queda libre. No asumas que tu título de líder prevalecerá sin tu presencia.
Y si tienes intención de seguir a cargo del equipo tendrás que entender que se requiere de tu participación e involucramiento indefectiblemente, aunque intervienen muchos factores, en primera instancia es posible confirmar que un equipo puede liderarse de manera remota.
¿Se puede liderar un equipo de manera remota?
Sí. La tecnología hoy en día lo permite, pero como ya mencioné, intervienen muchos factores.
La Naturaleza del trabajo; equipos que hacen trabajos manuales en planta, o que deben estar en un puesto fijo para atender a los clientes claro que deben estar en sus puestos y por lo tanto el líder también debe estarlo.
La Cultura de la organización; mucho dependerá de cuál sea la cultura organizacional en general. Si es una empresa que promueve el trabajo a distancia será posible disponer de más herramientas para ello, caso contrario tendrás más obstáculos. Si tú estas a cargo de tu organización toma en cuenta esto y analiza si estás promoviendo u obstaculizando el trabajo a distancia.
El tamaño de los equipos; un equipo pequeño será más fácil de gestionar por la menor cantidad de interacciones. Un equipo de mayor tamaño representará más complejidad en su coordinación.
Las destrezas de las personas en el uso de esas herramientas; si las personas poseen las habilidades necesarias para el uso de las herramientas que permita una interacción fluida a distancia te será más fácil, caso contrario tal vez se deba replantear el modelo para hacerlo mixto o definitivamente presencial.
Quién hace qué
Independientemente de ello para gestionar un equipo que trabajar de manera remota, es imprescindible definir los roles y responsabilidades. Mientras más claro estén definidas las responsabilidades será mejor para todos, para los líderes y los equipos.
Dejar una responsabilidad a cargo de “todos” es dejarla a cargo de “nadie”.
Define claramente los roles y las metas a fin de que, al cierre de la semana, mes o el período que elijas, sea sencillo evaluar si se cumplieron las metas.
Responsabilidades Ineludibles
Hay responsabilidades de las que no puedes deslindarte por más remota que sea tu gestión. Obligaciones tributarias, administrativas, comerciales, del tipo que fuere, debes identificarlas y asumirlas como líder.
Alejarte de la operación de un equipo no elimina las responsabilidades que debes cumplir y atender sin importar en qué lugar del mundo estés.
Especialmente si eres propietario, administrador o CEO de un equipo.
Algunas de ellas pueden delegarse, y si optas por hacerlo sé muy específico y claro, pero otras no, son solo tuyas.
Riesgos
Gestionar de manera incorrecta un equipo remoto puede dar como resultado en dejar un vacío de poder que puede ser llenado de manera informal creando un liderazgo “paralelo”.
Dilución, un riesgo también es el de que los miembros queden tan dispersos e incomunicados que empiecen a desatenderse temas importantes que puedan afectar los resultados del equipo Y lo peor, que finalmente ninguno de los miembros se haga cargo de dichos resultados dejando al líder solo o sola.
Conclusión
Es posible gestionar un equipo remoto, pero aún así se requiere la participación e involucramiento del líder a fin de que cumpla su rol y atienda todas sus responsabilidades, especialmente aquellas que no pueden ser delegadas.
Sin importar la distancia recuerda que uno de tus roles de líder es el de apoyar, empoderar y alentar a tu equipo a fin de que se logren las metas trazadas. La motivación, empatía y empoderamiento, en pocas palabras: el crear la cultura organizacional, va más allá de la distancia y son responsabilidad del líder.
Un lugar de trabajo excelente no se define por el lugar físico. Requerirá tu involucramiento y dedicación sin importar dónde estés.
Te deseo lo mejor.
Buena caza, guerreras y guerreros.